Tarde pero me he dado cuenta del error, ya no hay tiempo para enmendarlo y lo que es peor, tampoco tengo ganas, sabía que iba al matadero y me vendrá bien el merecido castigo.
Uno no puede empezar o seguir un plan de Maratón con el único objetivo de ser "finisher", puede que cuando uno afronta su primera Maratón, tal vez esa sea la fuerza necesaria para tirar en las sesiones de entrenamiento.
En mi caso, con 5 Maratones de asfalto en las piernas, buscar ser fínisher en la 6ª y 7ª es asumir que no tengo ganas de correr la Maratón ... y eso se traslada a los entrenamientos.
Mi error fue ese, pensar que con hacer km y seguir más o menos el plan la cosa mejoraría, pero evidentemente cuando no me importa la marca a realizar, me falta ese incentivo cuando las ganas por salir a correr flaquean.
Si a eso le sumamos la preparación para la Travesía El Río y mi compromiso como liebre de las 2h en la LPA Night Run, está claro cuáles han sido las prioridades en estas semanas.
Lo peor es que sé cómo va a acabar esta historia, mal, todas las carreras te ponen en tu sitio, son el último entrenamiento del plan, la tirada más larga y eso se paga caro, lo sé.
Es verdad que durante estas cuatro semanas ha habido circunstancias que muchas veces impedían correr, aunque pensándolo bien impedir no es la palabra, es más bien que complicaban el compaginar el correr con el resto de obligaciones.
Uno pensará que contar 4 semanas de entrenamiento de un plan de Maratón es una parrafada de muchos km ... pues va a ser que no y ahí está el problema.
Semana 4
Todavía toca compartir sesiones de entrenamiento de carrera con natación, la Travesía se acerca y tengo que compensar mi falta de técnica con mejorar mi resistencia.
La Q1 marca 2 horas a ritmo E pero entre la sesión de natación (2000m) del día anterior y la mañana ajetreada del domingo sólo hubo hueco para una sesión corta de 7.5 km a ritmo M al caer la tarde, al menos corrí.
El martes 15 de septiembre era festivo en Lanzarote, amaneció un día magnífico y aproveché la mañana para ir con el peque en bici, cayeron 12 km a su ritmo y viendo el plan que se estaba gestando para la tarde nuevamente la Q1 tendría que esperar.
El plan me llevó a la playa y eso significa sesión de natación, cayeron otros 2200m que me sentaron fenomenal además, ya mientras iba nadando me dije que ya que había hecho bici por la mañana y natación por la tarde, lo lógico era acabar corriendo ... y así fue, cayeron 8 km donde quité carbonilla a la maquinaria yendo a ritmos I y T. Acabé pletórico y como el que no quiere la cosa me había marcado un "triatlón casero" sin pensarlo.
Los días pasan y la Q1 la doy por perdida, la Q2 era de las que dan miedo, paso página y voy a la Playa El Jablillo donde me sale una sesión de 1000m espectacular en 22' a 2'15/100m, un ritmo muy bueno para mi nivel. Al llegar a casa me dije que ya puestos me calcé las zapatillas y disfrutando a tope hice una sesión de 11 km a ritmo E/M ... ya doy por perdida la semana en cuanto al plan aunque las sensaciones son fantásticas al mezclar disciplinas ... pero esto era un plan de Maratón no triatlón ... he perdido el norte.
La última sesión de la semana cayó el sábado con 10km a ritmo M, ya por la mañana habían caído otros 10 km en bici con el peque, estaba jugando con fuego y no quería pasarme de la raya porque al día siguiente tenía en mente la Q1 de la 5ª semana y esa sí que había que hacerla ...
36.5 km en una semana de plan para Maratón ... pinta mal.
Semana 5
Si no le di importancia a las Q1 y Q2 de la semana anterior era porque para ese domingo tenía previsto hacer la Q1 que eran 21 km y quería hacerla bien, es decir, quería probar mi modo "pacemaker" y ver cómo está la maquinaria.
Unos días antes había recibido la ropa que llevaré como liebre y había que probarla, me daba cosa probar el pantalón corto, siempre he tenido rozaduras con ese tipo de pantalones.
Inicio la Q1 poco convencido, de hecho nada más empezar me dije que en lugar de 21 km haría 14-15 a ritmo y así extrapolar el resultado ... pero no me parecía serio, ya decidiría conforme pasaran los km.
No llevaba ni 2 km y tenía las ingles en carne viva por la rozadura del pantalón ... ahí me dije que caerían muchos menos km, dolía bastante y sumado a la humedad que hacía estaba empapado.
Paro un momento a hacerme la foto postureo y sigo el camino, voy yendo según lo previsto y las sensaciones son mejores, pero el dolor en los muslos es brutal.
El día de la carrera la gorra será la fosfy |
En el km 7 paso junto a un centro comercial en Arrecife y veo una tienda de cosmética abierta, paro y pregunto si tienen aloe vea en tamaño mini ... por suerte siempre salgo con dinero y me pude comprar el bote, que además cabía en el cinturón, ventajas de ir cargado.
El alivio que sentí tras echarme la crema por al zona fue impresionante, ya podía seguir corriendo mucho mejor.
El recorrido elegido no era fácil precisamente, yendo desde Costa Teguise a Arrecife y vuelta, con sus cuestas, no hacía apenas viento y eso complicaba bastante el tema por la humedad, yo llevaba agua que iba bebiendo cada 5 km.
Una vez en el km 13 me sentía tan bien que me dije que ya puestos hacía los 21, había parado otra vez para ponerme crema en los muslos, hasta ese momento había ido clavando los tiempos en el paso de 5 y 10 km, luego lo volví a clavar en el de 15.
Acabé finalmente en el tiempo previsto, 1h59'29 para 21.2 km ... necesitaba una salida así, algo dentro de mí se sintió mucho mejor y menos culpable ... no estaba cumpliendo con el plan de Maratón, pero al menos, el de "pacemaker" iba mejor.
De la mini sesión de natación cabe destacar que yo era la única persona en la playa, no había nadie salvo la socorrista, toda la playa para mí ... estaba lloviendo y con tormenta, aunque el agua estaba totalmente en calma, el número de peces que había me dejaba inquieto ... sigo con mi miedo a los peces.
El miércoles tocaba Q2, que eran 15 km si bien lo dejé en 13 porque la ausencia de viento y altísima humedad me dejó fundido, parecía que iba con una regadera en la cabeza, cada vez que intentaba ir a ritmo M las ppm subían a lo loco ... cayeron 13 km a ritmo E y muy sufridos, pero de piernas fantástico, esta vez la meteorología no me ayudó.
De ahí pasé al sábado y la Cochinilla Trail, de la que ya hablé, dando por finiquitada esta 5ª semana con mejores sensaciones que la anterior.
Aún así, acabar la 5ª semana con 45 km sigue pintando mal pese a la Q1
Semana 6
Esta semana era la decisiva de cara a la Travesía El Río, no podía correr apenas para evitar cansarme y eso suponía echar por tierra el plan, a estas alturas había que salvar los muebles en la Travesía, la LPA Night Run y a partir de ahí no presagiaba nada bueno.
Para colmo el lunes voy a nadar y aunque hay gente en la playa, realicé el hasta la fecha mi recorrido más corto nadando en El Jablillo, repitiendo distancia con aquella vez: 170m.
El motivo de tan corta distancia es que nada más empezar a nadar había muchos peces, más grandes de lo habitual, ya empezaron a venirme a la mente mis paranoias y mientras iba tratando de calmarme pasa a apenas 2 metros de mí una Barracuda de tamaño familiar ... el susto que me dio fue brutal, ese pez tiene dientes y ni me lo pensé, salí por la otra orilla y no me atreví a meterme más en el agua.
Le comenté a la socorrista lo de la Barracuda, ella me dijo que lo sabía, pero que no hacen nada ... allí seguía la gente nadando como si tal cosa ... yo no pude.
Después de hablar con gente que conoce el mar me han confirmado que efectivamente no hacen nada, a menos que las ataques ... así dos días después me armé de valor y volví a la playa, donde allí estaba la muy ... por tres veces pasó junto a mí, ajena a mi presencia mientras mis pulsaciones se desbocaban, es verdad, no hacen nada ... hice mis 1400m y salí del agua un poco más tranquilo, habrá que acostumbrarse.
En cuanto a correr ... la Q1 era un 3x3000 que cada vez que lo miraba me daba la risa, al final fueron 5 km a ritmo E y gracias, estaba muy agobiado mentalmente, entre el episodio de la Barracuda, curro, la inminente Travesía y demás historias hizo que la cabeza se negara a correr y así no hay forma, las piernas pedían guerra, la cabeza que me diera media vuelta y así lo hice a los 2.5km.
Al día siguiente tras al sesión de natación de 1400m junto al maldito pez, ya más tranquilo corrí 6 km con un par de ellos a ritmo T.
El jueves 10 km a ritmo E en 1 hora justa, para calmar nervios y ahorrar fuerzas de cara a la Travesía, de la que hablaré en su crónica correspondiente.
El resultado de la 6ª semana es demoledor: 21.3 km ... esto conduce directamente al infierno.
Semana 7
0 km
Semana 8
Explicar porqué la semana 7 está en blanco es complicado, se juntaron demasiadas cosas, de entrada sesiones extra de curro "full time", sumado a un gripazo, sumado a que por las tardes estaba al cuidado del peque porque mi mujer también pilló el gripazo ... es verdad que acostándome a las tantas de la noche o madrugando al estilo Isidrus habría podido correr, agravando en ese caso mi gripazo ... conclusión, entre unas cosas y algunas excusas 0 km en la 7ª semana.
El domingo en lugar de Q1 hago una sesión corta a ritmo E para revisión de daños y me preocupa bastante la bajada brutal de forma en sólo una semana ... 7.5 km arrastrándome.
El lunes festivo aprovecho y hago la Q1 al caer la tarde, en mente tenía pensado llegar a los 19 km porque mi mujer me estaría esperando en Puerto del Carmen y esa era la distancia desde casa.
Al principio costó arrancar, los tres primeros km fueron muy malos, pero a partir de ahí todo comenzó a fluir de lujo.
Unos días antes había recordado una conversación con Riki Abad cuando le acompañé en su reto de 8 Ironmans seguidos en Lanzarote y del que lamentablemente no hice crónica ... el caso es que él me dijo que en las Maratones había que andar a menos que uno sea capaz de hacer una Maratón rápida por debajo de 3h, al andar se oxigenan las piernas y se evitan lesiones, él me comentaba que muchos corredores populares aguantamos corriendo hasta que no podemos más y ahí empezamos a andar, luego no podemos volver a correr y ese es el problema, que había que andar de vez en cuando y no esperar a que duelan las piernas o no podamos correr.
Esto choca con la mentalidad de muchos corredores, de entrada con la mía, que tras leer a Murakami mi única obsesión era hacer una Maratón sin andar, cosa que hice en Sevilla ... aunque a qué precio.
Pero para Tenerife y más especialmente para Lanzarote sí que he contemplado la posibilidad que me dijo Riki, por eso en esta Q1 probé un par de veces a andar cuando me tocaba beber agua, lo hacía durante 1 minuto más o menos y bueno, el resultado no fue malo, las piernas agradecieron esa pequeña tregua.
Finalmente la Q1 quedó en 17.5 km porque me llamó al móvil mi mujer diciendo que me recogía allí mismo y no hacía falta hacer los 19 ... vaya, para una vez que estaba dispuesto a seguir corriendo.
La salida me sentó fenomenal y así dos días después echando un vistazo por el Twitter veo que Gonzalo hace referencia al método Galloway, me pica la curiosidad y busco en qué consiste, vaya, es parecido a lo que me dijo Riki ... lo probé esa misma tarde en una sesión de 11.5 km, según los tiempos de Maratón previstos para mí hay que hacer 8 minutos corriendo y 1 andando ...
Como está siendo habitual, los tres primeros km me cuestan y agradecieron las dos paradas, pero luego me cortaba el rollo, tal vez este método sea bueno en distancias más largas, porque para una salida tan corta no me dejó bien.
Lo que sí observé era que cada vez iba más rápido y cómodo, por eso me cortaba el rollo parar cuando mejor estaba ... aún así, después de la LPA Night Run lo volveré a probar de cara a Tenerife, donde desde ya anticipo que tras la Media Maratón mezclaré andar y correr antes de que las piernas me obliguen.
La 8ª semana nuevamente acabó mal ...36.5 km en un plan de Maratón sólo presagia dolor y sufrimiento el día de la carrera.